viernes, 7 de septiembre de 2012

El ídolo



Todo el mundo conoce al ídolo por internet. Muchos flipan con él, con todo lo que tiene y las fotos que se hace. Otros lo odian, precisamente por eso. En qué trabajas para poder comprarte todo eso, le escribían algunos sin rubor. Imagino que lo maldecían en privado: será chuloputas, el tío!  y a mí me cae muy bien precisamente por eso. Aunque la verdad es que no lo conozco, ni nunca he hablado con él. Solo tengo un casco que fue suyo.

El ídolo se fue haciendo célebre, tiempo atrás, por colgar en foros las imágenes de sus cien mil kits. Fotos limpias, bien tomadas de material que poco a poco se fue haciendo excepcional. Se pasó después a la recreación, y para mí que fue uno de los responsables del apogeo del SEAL en España y de toda la vara que dieron otros reenactors mucho más cutres y de última hora que él. El tío iba colgando fotos, bodegones, sesiones ya en campo. Alucinantes, nada se había visto aquí antes que las suyas. Ser el primero que hace fotos en río (un clásico a partir de entonces) tiene sus ventajas. Y la peña, tan vulgar, insistiéndole. Pero en qué trabajas, qué envidia, qué envidia. El tío, que naturalmente es de pasta y cuando te viene de familia se nota, lo dejaba pasar elegantemente. No creo que exhibiese esa habitación repleta de cosas de la guerra -y un sofá edición limitada de miles de euros, así que no hablamos de uno de esos muertos de hambre que solo gastan la pasta en gear y viven fatal- para chulearse, porque lo que tenía era con criterio. Algún material SEAL que tenía era de ese que es imposible de conseguir salvo que conozcas a nadie en Little Creek, Virginia, USA. Admirable.

Junto con otros colegas, hizo -ya dos años atrás- una sesión de fotos que entre lo bien ejecutada y que fue la primera en hacerse a ese nivel, queda como mítica, canónica.  Después de eso, imposible de superarse, todo obras menores. Creo que, como en toda buena anécdota, termina con un "después se metió en el Ejército..."

jueves, 6 de septiembre de 2012

No sabría definir qué es el milsim, pero lo reconozco cuando lo veo




Una de las bizantinadas favoritas de los aficionados a esa cosa es definir qué es simulación militar. Qué tiene que tener un avento para poder apellidarse milsim. Es normal que tal cosa ocurra, por la querencia teorética que envuelve a las actividades de simuación por una parte, y también porque a cualquier puta mierda se le ha llamado milsim.

Para enrevesar más la madeja, esta hipotética definición depende sobremanera desde la posición del enunciante: no pocas veces se anuncia como partida de este tipo algo que no es más que una simple partida de airsoft con guión. En el otro extremo, hay no pocos que conciben la simulación militar como algo escasamente ligado al airsoft. Como otra cosa. El que estas posturas respondan a un deseo de diferenciarse del tipo de acitivades que se realizan bajo el manto del airsoft es algo que no puedo esclarecer bien.

Antes de secesionar ambas ocupaciones cabría analizar algunos mantras que se vienen sosteniendo. Como que el milsim es una evolución del airsoft, con lo que estoy radicalmente en desacuerdo. La estupidez del que señala que ese que va tan equipado seguro que no juega bien,  la necia soberbia del que menosprecia la sencillez y las pocas pretensiones o el maniqueísimo de si el primero es mejor que el segundo -nadie dice lo contrario, salvo algunos que luchan a capa y espada contra el paramilitarismo de eso de andar con réplicas de armas- y desembocando inevitablemente en esta nebulosa definición.

Hay una pequeña fábula que me gusta mucho,  y que esboza el "techo de cristal" que muchas veces define lo que es el milsim no ya para equipos, sino para cada persona. Lo que uno considera excesivo ("para qué hace falta rapelar, si nunca lo voy a hacer"?) para otros será tan básico como el caminar. Y uno llamará flipado a otro y el éste, panchito aquel. Ley de vida cuando la tolerancia no se lleva bien.

Ahí va:

Un equipo de simulación militar, unos amigos toman la decisión de intentar ser los mejores, en hacer todo lo que se les pueda pedir. Determinados a ello se apuntan al gimnasio, quedan para correr juntos kilómetros y kilómetros para que ninguna barrera los pueda parar. Para que cuando los demás están cansados, para ellos todavía ni ha empezado lo difícil. Estudian el mejor equipamiento, lo compran, evalúan sus características. Tiran como diablos, quemando cartuchos gastanto bolas como si no hubiese un mañana. Sus réplicas no dan margen de error. Sonríen a la vez que sufren entrenando, sabiendo que cada hora que invierten les acerca a su objetivo. Hacen cosas que sobrepasan todos los límites del airsoft :esto es simulación militar, claro que necesitamos manejar cuchillos!

Un día, durante un entrenamiento, suben a la montaña más alta después de cumplir un montón de misiones muy técnicas. Han hecho cosas que solo se ven en las películas y en alguno de esos videojuegos, están pletóricos. Exclaman: "hemos hecho lo que nadie más es capaz, no hay ningún equipo más milsim que nosotros!" En ese momento les caen bolsas negras sobre la cabeza y quedan aturdidos. Asustados y confusos, cuando se recuperan encuentran un dossier donde aparecen fotos suyas y de todas sus actividades: les habían seguido desde su comienzo, como parte de un ejercicio rutinario. Al final del documento, una dirección web. La de otro grupo de simulación militar.