Puede que esté en un error, pero quizás sea España el único país en el que además de confundirse de mala manera el reenactment con el geardoism, haya una vehemente insistencia en mantenerlo.
En España hay un par de revistas de airsoft (asoma la cabeza en el escenario un tercer factor que no tiene que ver con los dos previos) bien correctas en lo suyo, pero que persisten número tras número, indicación sobre su error tras otra, en llamar "geardos" a "recreadores".
Este simpático embrollo a tres bandas quizás tenga su origen por la poca trayectoria que les comtempla en este país, o porque se han dado entremezcladas más o menos intencionadamente. Si tratamos de ser lo más asépticos posibles al formular una definición, tal vez nos atrevamos a trazar las líneas maestras de cada uno de estos tres actores.
La recreación [histórica] es la más asentada de estas tareas, por antigüedad en sus actividades más señalables -pese a que no le supongo mayoría de edad- y por la solidez del perfil de sus asociaciones y actividades. Hacerse un loadout de húsar napoleónico, Waffen SS o legionario romano no es barato y tampoco suele ser ejercicio solitario. Además suele estar ligado a propósito más o menos didácticos. Pero las épocas tan pretéritas, las más pujantes en calidad y cantidad del fenómeno, no nos interesan en este caso lindante al airsoft. Este terreno pertenece a una disciplina todavía más reciente, la recreación moderna. Más o menos, posterior al Vietnam. Como fenómeno novedoso, fronterizo y todavía por cuajar, cuenta muchos flecos y no se rige por las mismas normas que las antes citadas. Hay un fuerte factor de coleccionismo y lo que cuenta es la adecuación a la unidad y período a representar antes que tu preferencia como usuario, que debe ser nula a estos efectos.
El geardoism, neologismo como un castillo, aquí tiene nula tradición. Eso del material táctico-policial-militar fuera del estándar tiene sentido en América donde fue alumbrado, donde hay un potentísimo mercado tanto civil como uniformado y estos últimos han disfrutado cierta libertad para personalizarlo. Un geardo es un señor que ama el gear. Que piensa lo que quiere para cubrir una necesidad y busca según su criterio de usuario de armas de fuego o de ambientes poco convencionales. Por tanto el aspecto coleccionista también existe, pero se invierten radicalmente las prioridades en la elección: primero tus soluciones para una necesidad, luego todo lo demás.
Partiendo de ahí, ambas coinciden en el cool factor. Esto existe -supongo- en el curling o los gitanos que entrenan pajarillos cantores: hay modas, tendencias... pero los prescriptores de los reenactmen pueden ser SFs, y los de los geardos tiradores de 3 Gun, por decir.
La diferencia parece clara, como los puentes que se pueden tender.
Pero viene nuestra común afición para liar el tema, para variar.
El airsoft como cajón de sastre (lo fundamental es pegar a otros con bolas disparadas por aire, a partir de ahí todo son variantes con más o menos que ver) nace más o menos con la recración histórica tengan casi poco en común, curte a un buen número de los que después harán recreación moderna y se contamina con mayor o menor fortuna del geardismo. Súmale el perfil extraordinariamente amplio en nivel socieconómico, cultural, de intereses...la permeabilización (espuria más o menos) es el rasgo más definitorio, pero a eso lo atacaremos en el párrafo final.
Como nota pintoresca parece ser que de forma paralela a la recreación histórica con réplicas de airsoft (algo teatral con notas de tiros) existe el airsoft histórico, que es airsoft (imaginamos que en alguna versión simplificada para quitarle coreografía a lo anterior) usando kits pre-1975. Supongo que fue inventado por fans del Reich cansados de perder siempre.
Hasta aquí parece claro. Gente que viene del mundo Army fan, que encuentra el airsoft para hacer algo menos peligroso, airsofters que hacen el camino inverso y buscan algo más castrense.
Y llegaron los airsofters que recreaban (?) con cualquier cosa porque las fuerzas especiales pueden usar lo que quieran, los geardos que compran ese grip orque mola o porque se la han visto a alguien que mola y son incapaces de usarlo tal como fue concebido, los recreadores que sufren esa misma tribulación y todas las variantes posibles. Por no citar la apoteosis: por si no fuese poco con el airsoft, meter en el ajo a la simulación militar como cuarto personaje en esta ya abigarrada escena. Y que nos gusta crearnos etiquetas y expedirnos carnets fulltime de fans y detractores de algo más que a un tonto un perdigón.